Las saleras de Arteta se encuentran a 2 kilómetros de la casa, un paseo de 25 minutos andando une nuestra casa y las saleras. Además si el inquilino lo desea podrá consultar en la casa la posibilidad de visitar las saleras y nosotros mismos le acompañaremos y le enseñaremos el proceso de creación de la sal. La visita está 100% recomendada para los más pequeños de la casa que podrán pasear por la naturaleza además de aprender el proceso de creación de la sal mediante la técnica de evaporación de agua. Este proceso natural fue el sustento del pueblo tiempo atrás y que ahora queda como una atracción al turismo rural que difícilmente encontrarás en otro punto de nuestra geografía.
Proceso de creación de la sal
En el paisaje de las saleras se dibujan las eras. Las eras son pequeñas porciones de cemento con una profundidad pequeña donde se deposita el agua salina y se deja reposar al sol para que en pocos días se evapore el agua y quede la sal. Las saleras que se encuentran en cuesta hacia abajo es fácil poder inundarlas ya que la gravedad ayudará a que el agua baje e inunde todas las eras. Las eras que se encuentran en la parte más alta requieren un trabajo mayor para poder obtener la sal. Como se puede ver en la imagen la parte más alta de las eras se inundan con la ayuda de un cubo y de trabuquetes basculantes que van repartiendo el agua mediante canaletas. Desde el pozo se saca el agua y se desliza mediante una red de canaletas que se encargarán de ir repartiendo el agua por todas las eras.
El proceso de obtención de la sal es sencillo: en primer lugar se inundan todas las eras con agua salada, se deja reposar unos días para que el calor del verano evapore el agua y deje la sal, si las condiciones son favorables en 3 o 4 días se evapora el agua, por último se amontona la sal en montañas para continuar el proceso de secado y para que la lluvia (si llueve) no vuelvan a deshacer la sal. Estas montañas de sal , que podrás ver en las imágenes, hacen que se proteja la sal de las inclemencias del tiempo ya que se crea una costra exterior dura con la promia sal y esto protege el interior de la montaña. Además de las inclemencias del tiempo evita que la sal se llene de hojas e insectos.
